A raíz de problemas con el nombre de la revista "ESQUINA, arte y cultura" todo el equipo capitaneado por Mario Vallejo, optamos por fundar una nueva publicación que apueste por el arte que no tiene difusión en los medios tradicionales de nuestro "cultivado país". Teniendo como base el rock, presentamos una nueva revista llamada "DOSIS, cultura alternativa". En este primer número trabajado con mucho punche y pasión, encontrarán Literatura, Cine, Música, y toda las expresiones que se hacen de manera honesta y apasionada. Como todos los que participamos en este proyecto. Guiados por nombres fundamentales del periodismo como Eloy Jaúregui, Ángel Paez y Martín Carranza, el resto del equipo nos esforzamos por brindarles información de calidad, y de manera gratuita. Acá les dejo el texto con el que participo en esta primera entrega sobre la banda hardcore G-3 y su retorno a los escenarios.Sí por alguna razón no encontraste la revista en sus puntos de distribución, puedes bajarte el PDF en www.dosis.pe
ANTISOCIALES EN LLAMAS.
G-3 y su vuelta al rebaño.
Por Martín Roldán Ruiz
Más allá de lo musical, existe
una representatividad en las bandas surgidas dentro del espacio que se llamó Rock
Subterráneo de los ochenta. Característica que las hace distintas a grupos de
décadas anteriores y posteriores. Una de ellas es G-3, que en más de veinte
años ha sabido mantener la esencia que lo hizo emerger. Por eso retornan a los
escenarios. Para dejar en claro que el espíritu está de vuelta al rebaño del Hardcore
local.
OUT OF STEP (Minor Threat)
G-3 surge dentro de un contexto
totalmente polarizado. La sociedad peruana enfrentada en una guerra interna dividía
las conciencias, principalmente la de los jóvenes. En ese sentido muchos
encontraron en la música un medio con que expresar lo que les afectaba. Y,
también, para apartarse de la cruda realidad que afrontaban. Esa era la base que
daba vida al Rock Subterráneo.
Gonzalo Farfán y Guillermo
Figueroa, ya habían experimentado con el punk en Autopsia, una de las agrupaciones
fundacionales del rock subte. Pero, para 1986, el discurso antisistema con que se expresaban la mayoría de bandas, estaba muy
trillado y saturaba a cierto sector de la movida. Por tal motivo se unen con
Gabriel Bellido (vocalista inicial de Autopsia) para marcar la diferencia con
una nueva propuesta. Distinta desde el nombre, la música y las letras.
“Nuestra visión de la música Hardcore
fue buscar una alternativa de vida y lucha por lo que creíamos. La libertad de
expresar lo que nos jodía. Nuestras letras trataban los problemas del ser
humano como persona y no tanto del sistema”, afirma Guillerno, baterista de la
banda.
GUILTY OF BEING WHITE (Minor
Threat)
“Culpable De Ser Blanco” de Minor
Threat, una de las principales influencias de G-3, sería el tema que paradójicamente
reflejaría la animadversión que causarían por marcar un paso distinto.
La polarización de la sociedad había
afectado a los jóvenes de una movida que planteaba la unión a partir del rock. Como
búsqueda de cambio, autenticidad y resistencia. Donde todos podían ser amigos, sin
contaminarse con el sistema. Lamentablemente lo negativo se impondría. Y, G-3, fue blanco de traumas que nos afectan
como país, desde mucho antes de la fundación de la República.
El clasismo y racismo presente en
el imaginario de los más radicales, motivaron agresiones contra la banda. Esto marcaría
un cisma dentro de la movida e iniciaría uno de los capítulos fundamentales de
la historia del rock en el Perú: El surgimiento de la escena Hardcore.
WE’RE GONNA FIGHT (7 Seconds)
La Jato Hardcore de Barranco, el
colegio Reyes Rojos, o el desaparecido Centro Cultural Magia, fueron los espacios en los que se desenvolvió la
nueva escena. Contra lo que se cree, los G-3 nunca fueron los líderes, porque realmente
no los había. Eso sí, eran de los más representativos junto a Kaos, Descontrol, Kaos General y Ataque
Frontal.
Musicalmente eran una banda
distinta. Al Hardcore distorsionado, veloz y gritón, ellos proponían uno menos explosivo.
Influenciados por Circle Jerks, Minor Threat y 7 Seconds, sus guitarreos y compases
serían poco acelerados, pero bastante contundentes. La voz de Gonzalo, cantaba limpiamente,
diferenciándose de clásicos gritantes como Kevin, “Cal”, Morris de Discharge,
Wattie Buchan de The Exploited o Simon de Chaos UK. A pesar de ello, la fuerza estaba presente.
De igual forma las letras
marcaron distancia con otras bandas del rock subte que denunciaban las
contradicciones del sistema, las injusticias, y la necesidad de rebelión. G-3
hablaba del día a día de los muchachos que deseaban expresarse. Lo espinoso de
ser adolescente y crecer en el Perú de los ochenta. “Nuestro Hardcore era más melódico
y las letras más personales”, aclara Guillermo.
WALK TOGETHER, ROCK TOGETHER (7 Seconds)
G-3, grabaría su demo Un Nuevo Enemigo
en 1987, clásico del hardcore sudamericano, que a pesar de las dificultades sería
distribuido a nivel mundial. Los temas Antisocial, Traicionado o siente el
cambio, llegarían a ser influencia para muchas bandas hasta el día de hoy.
La particularidad del contexto social
y musical que dieron vida al hardcore y al
punk en el país, hicieron que tuvieran características únicas. Por eso en los ochenta
la escena peruana, Junto a la brasileña,
era de las más representativas de este lado del mundo. Y G-3 estaba entre las
bandas más influyentes. En 1988 tocarían en Santiago de Chile, siendo el primer
grupo surgido del Rock subte en hacerlo fuera del Perú.
Esta etapa culminaría el 10 de
junio de 1989 en el último concierto de la mítica Jato Hardcore. No volverían a
tocar. Pero, en 1990, y sin la participación de Guillermo, grabarían el demo En Llamas. Temas como Ahora o Nunca, Pasan Los Días o Morir Día a Día, se convirtieron en himnos
de una generación. Fernando Boggio (Ex Ataque Frontal) se encargaría de la
batería.
En 1993 volverían a juntarse,
para experimentar con nuevos ritmos y sonidos. El CD Psicotropía, producción que incluía
a Felipe Villarán en guitarra y Alejandra Perez - Prieto en coros,
plasmaría esa experiencia. Aunque esa
nueva etapa es parte de la historia. Para sus seguidores ochenteros, la
representatividad de G-3 pasa por ese sentimiento que el Hardcore les hacía
transmitir.
Por eso nunca olvidaré lo leído por Gabriel, antes de tocar por última
vez en esos explosivos años ochenta: “Debemos preguntarnos ¿qué es lo que
estamos haciendo aquí? Esto no debe ser una cosa de fin de semana y al terminar
cada uno a su casa y no sacar nada positivo de esto. Muchos nos vemos
diferentes a otros, ¿pero en qué nos diferenciamos? Creo que debemos tomar
cierta posición, hacer sentir nuestra presencia como grupo humano que rechaza
lo que otros aceptan sumisamente, recordarles nuestra fuerza positiva a esta
sociedad. Hay que aclarar nuestras mentes, definir lo que apoyamos y queremos,
y luchar por ellos”.
¡Siente el cambio!
Fotos: Raúl García (el avión) y archivo de G-3
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