miércoles, 25 de julio de 2007

¿UNA DECADA PERDIDA?

Para mí, y seguro para muchos, los años ochenta llegaron como jugando. No habíamos terminado la primaria ni habíamos dado el primer beso. No habíamos dejado de volar cometas, jugar al trompo y a las canicas. Tampoco habíamos tenido la oportunidad de haber volado otro tipo de cometa. Pero ya teníamos entendido que el Perú estaba en crisis y que los militares tenían que regresar a sus cuarteles. Por tal razón sabíamos que los obreros pobres tenían sus esperanzas aglutinadas en la Unidad de Izquierda, que los ricos se parcializaban con el PPC, que Belaúnde pedía una segunda oportunidad con su Acción Popular y que en medio de todo, como siempre había sido, el APRA lamentaba (cinco años después, lo lamentaríamos mucho más, nosotros) la partida para siempre de su mítico líder. Era la democracia.

¿Realmente era eso? No lo sabíamos con exactitud. Para los que habíamos nacido bajo mando militar, la democracia llegó con los mítines, discursos y caravanas coloridas, a las que trepábamos para que nos pasearan por las calles de Breña que aún no habíamos explorado. Una tarde gritábamos: ¡Bedoya presidente!. A la noche vitoreábamos con Jorge Del Prado, Isidoro Gamarra y Leonidas Rodríguez: ¡El pueblo unido jamás será vencido! También cantábamos: Con Belaunde... ¡Adelante!, o el APRA es el camino, por un país con pan y libertad.

La democracia nos parecía un juego entretenido, que nos había sacado de la rutina. No nos importaba quién carajo saliera elegido, la verdad. Ignorábamos los problemas nacionales. Estábamos deslumbrados por las banderas rojas, verdes, naranjas y rojiblancas. Todo era una fiesta. Aunque eran otros los que brindaban por ella, igual nos sentíamos felices, la democracia había vuelto al país, habíamos salido de la “normalidad”. No sabían, o quizás sí sabían, pero no querían aceptar, que la resaca de todo lo bebido, traería consigo la subversión.

Aún guardábamos el recuerdo violento de los saqueos del 5 de febrero. El humo alzándose por los edificios de la avenida Wilson. Era el local de Correo y Ojo incendiándose. No habíamos olvidado todavía, a los saqueadores escapar con corbatas, chompas y televisores, recién sacaditos de Scala gigante. Podíamos sentir aún el apuro por el toque de queda. Teníamos presente el paro nacional de 1977, las huelgas del SUTEP –con su enjuto dirigente Horacio Zevallos– que nos hicieron conocer al antiguo Rochabus plomo y el sinsabor de los gases lacrimógenos. También el sonido seco y macabro de las ráfagas de bala. No imaginábamos, siquiera, cómo sería el sonido de una explosión.

Años después conoceríamos el explotar de los petardos. La puerta del Banco Continental, en el mismo edificio donde vivía, fue un blanco preferido. La esquina de SEDAPAL volada una y otra vez, ya no era un punto distinguido donde pararte a esperar un micro y menos a tu enamorada.

Nos habían dicho que con la democracia llegaría la felicidad que nos fue negada. Si hubiéramos sabido que así era la felicidad, hubiéramos preferido quedarnos en el tiempo de los engalonados.

Y eso era solo el inicio. Nadie se imaginaba lo que vendría después. Belaúnde vivía en las nubes. Así lo imaginábamos, como en la tira cómica del diario La República. ¡Cuánto de verdad había en esa caricatura! Por algo Sendero se apoderó de Ayacucho, por algo las condiciones objetivas que ellos buscaban para avanzar, se las iba dando el mismo gobierno. Por algo después del arquitecto, vino Alan García.

Pero también tuvimos bastante de qué gozar. Muchos nos enamoramos de la chica de la esquina o de las alumnas del Rosa de Santa María, que en esa época las veíamos grandazas, patonas, tetonas, e inalcanzables. Soñamos con las estrellas y yo con la Princesa Leia, después de ver en el cine Monumental, la Guerra de las Galaxias, aunque un amigo medio rarón me confesó que le gustaba Han Solo, yo creo que en realidad era Chuwaka. Vimos Grease-Brillantina, y bailábamos como Travolta, así nadie tuviera una Olivia ni la sonrisa de Tony Succo. Nos creíamos Bruce Lee en La Furia del Dragón o, simplemente, Jackie Chan con el maestro borrachón. Alucinábamos con la danza del tigre, de la grulla o con el puño de la serpiente, hasta que de un sopapo nos devolvían a la realidad.

Más tarde hicimos piruetas en el piso. Vueltas de cabeza, de espaldas, sobre una mano, faltaba nada más darlos de lengua: era el Breakdance. Entonces llegó sin quererlo –en verdad lo habíamos esperado tanto– el primer amor, y también la primera decepción. Y nos refugiamos en las baladas de Chicago, Styx (Baby I love you) Reo Spedwagon, y las empalagosas canciones de Air Suply. Las fiestas de promoción nos permitieron buscar el clavo que sacara otro clavo. La descosida para este descosido, la Olivia para este Travolta, la Leia para este Skywalker (¿Incestuoso? Sorry, nadie aún sabía que eran broders), la Gisela para este Oscar D’León. Pero, lo que encontramos fueron las peleas contra los de la otra esquina, con quienes unos años antes habíamos trepado en las caravanas del Tucán Bedoya. Nosotros éramos la Mancha Satánica y ellos: Los de la Esquina del Movimiento. Hasta ahora no me pongo de acuerdo, cual de los dos nombres era el más cojudo.

Y cuando a punta de bombazos, apagonazos y paquetazos, nos dimos cuenta que el país era una mierda! Encontramos la forma cómo decirlo y escucharlo… ¿Qué mal tiene el Perú?, ¿si contestar no puedes tú? Te lo diré pero recuerda… ¡Tiene una sociedad de mierda!... ¿Qué patria es esta, qué patria es esta? Cantaba Saúl Omiso con la banda punk, S de M. El Rock Subterráneo hizo su aparición para decirnos que vivíamos realmente en un país de mierda.

Entonces cuando la década se fue y con ella Alan, los sesudos analistas declararon los años ochenta como la Década Perdida. Pobres huevones. ¿Acaso en esa década se nos perdió la vida? ¿Acaso no vivimos con intensidad? ¿Acaso se perdieron las primeras miradas de amor, los primeros besos, la primera decepción? Que sus cifras macroeconómicas se hayan perdido, no quiere decir que se haya perdido nuestra vida. Estamos acá con el corazón aún latiendo por un cariño, sangrando por una pasión. Lo mucho que pudimos vivir y también sufrir.

La cuestión es que entre democracia, subversión, apagones, atentados, escasez, largas colas, leche Enci, pan popular, intis, deuda externa, hiperinflación, dólar MUC, balconazos, demagogia, escándalos, corrupción, motines, masacres, fosas comunes y desapariciones, nosotros crecimos y vivimos, reímos y lloramos, y que nada tiene de perdida esa década. Por eso, para que esas vivencias no se pierdan como lágrimas entre la lluvia, iré rescatándolas del naufragio de mis recuerdos.

Espero sean de su total agrado, y si no...¡Piña pues!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

buena cronica, espero mas historias pronto.

Anónimo dijo...

Una buena mirada personal sobre hechos que de manera similar en algunos casos y diferente en otros, nos toco vivir simultáneamente.

Cada quien tiene (o debería tener) una visión propia y analizar la historia reciente de nuestro país y el estilo de Martín es una buena forma de hacerlo.

El paralelo de lo colectivo con lo personal me parece lo más apropiado para contar una historia.

Oscar Valderrama
Periodista

Grinder dijo...

Saludos Martin, me he tomado la libertad de linkearte en mi blog, fuerza con los escritos y nos vemos en breve :)

Anónimo dijo...

se evidencia la marca periodistica en el discurso de Roldan, al hablar de novela la cuetsion es ficcional......
recreen la teoria literaria entonces jajajajaja

Anónimo dijo...

Estimando Martin, no leo la novela todavia pero espero poder hacerlo en estos dias venideros.

Veo y leo con mas agrado que los recuerdo que tienes de tu puber vida en ese barrio cerca a la brasil y la venezuela te marco muy fuerte.

Nunca fui hincha de alan, bedoya, belaunde, mas bien de frejolito por que vivia por el barrio... no me llamaron la atencion la guerra de la galaxias hasta de viejo, pero si V y Transformes...

Agradesco que sigas escribiendo para el deleite y la memoria de todo...

Mas coches..

PATTY dijo...

HOLS MARTIN ...FELICITARTE POR TU EXCELENTE LABOR ...MIRA A VER SI PORFA CHEQUEAS EL BLOG CARNE VERBO ...... BUENO ESCRIBI ALGUNAS LETRAS AHI Y ME AGRADARIA SOBREMANERA TU OPINION
UN ABRAZO Y ADELANTE SIEMPRE