sábado, 28 de junio de 2008

EPOCAS DE BETAMAX

Este post se me ocurrió conversando con unos patas de la mancha subte, sobre las películas que alguna vez vimos en el cine o en la casa de Aníbal malhecho (ex bajista de Psicosis y ahora de Barrio Calavera) quien era el único que tenía un reproductor betamax. En su casa vimos algunas películas y videos copias de recopias. Ya se imaginarán la calidad de imagen y sonido. La piratería estaba en pañales, así que ahora pueden encontrarlas con mucha mejor calidad.

LOS GUERREROS AMOS DE LA NOCHE (The Warriors) Película de 1979, dirigida por Walter Hill basada en la novela de 1965 de Sol Yurick. La vimos en el cine Patty de Breña, antes que se volviera un cine porno. Esa noche todas las manchas de todos los barrios se encontraban dentro de esa pequeña sala. Al final todos nos creiamos unos Warriors, ja ja ja, pero no pasó nada que lamentar. Este film es todo un culto, incluso existe un video juego. El video de la canción A mover el culo de Illya Kuryake and the Valderramas, está basado en esta pelicula. Ver trailer.

LA NARANJA MECANICA. De Stanley Kubrick. 1971. Basada en la novela de Anthony Burgess. Es la película que más he visto, doce veces por lo menos. Una vez la dieron en el finado cine-club del colegio Raimondi. Cuando ingresamos con Memo Eskoria, Anibal, entre otros, nos dimos cuenta que por un lado estaba Killowat con los Eutanasia, en otro lado César N y su sequito, más allá otra gente subte. Los saludos y las jodas, de lado a lado, fue una buena previa a tremenda película. Ya todos saben de qué trata, y si no sabes pues chekea el trailer y desahuevate.

LOS REBELDES (The outsiders) Francis Ford Coppola. 1983. Matt Dillon, Ralph Macchio, Patrick Swayze, Rob Lowe, Emilio Estevez, Tom Cruise, Glenn Withrow, Diane Lane, Tom Waits, William Smith. Esta película la pasaron en canal 13 como a las doce de la noche, la agarramos de casualidad y de verdad que, después de verla, me dejó muchas interrogantes sobre el futuro y la vida. En esa desvelada se me metió el bicho de escribir algun día sobre la mancha subte. Ver trailer.

LA LEY DE LA CALLE (Rumble Fish) de Francis Ford Coppola. 1983. Matt Dillon, Mickey Rourke, Diane Lane, Dennis Hopper, Nicolas Cage, William Smith, Tom Waits. Recuerdo que Saúl omiso siempre hablaba de esta película. Si mal no recuerdo, en La maqueta de los 13, uno de los integrantes de la banda Delirios Kronicos se hace llamar: El chico de la moto, como el personaje encarnado por Rourke. Ver trailer. Esta película es tan buena que acá puedes ver un momento cumbre. Lo único lamentable es el doblaje español que le ha puesto voz de maricón a Mickey Rourke. Ver extracto.

SUBURBIA. Dirigida por Penelope Spheeris. Es de 1984 y la consiguió en su viaje de promoción al Cusco, un muchacho que paraba con nosotros llamado Luis, ya fallecido. En esta película hace de punk, el bajista de Red hot chili peppers, Flea. En el trailer, se le ve metiéndose una rata viva a la boca. Sin duda ya estaba quemado desde chibolo. Ver trailer.

SID AND NANCY. 1986. De Alex Cox. Gary Oldman, Chloe Webb, David Hayman. Película que muestra a un Sid Vicious casi down y a una Nancy Spungen bandidaza. Terrible el estilo de vida de ambos personajes, pastrulazos –por no decir yonkis– totales. La actuación de Gary Oldman es memorable. En una entrevista Jhonny Rotten dijo que la película no le gustó, porque trata muy superficialmente la adicción de Sid y no muestra cómo Malcolm Mclaren lucraba con eso, afirmando que esa era la esencia de un Pop Star. Además, decía Rotten, que él era el principal protagonista de esa historia y no fue consultado para nada ¿Exceso de ego? Ver trailer.

THE GREAT ROCANROL SWINDLE. 1980. De Julien Temple. Malcolm McLaren, Steve Jones, Paul Cook. Un documental desde la particular visión del manager de los Sex Pistols, Malcolm Mclaren, sobre el ascenso y caída de esa banda punk. Ver trailer.

DEAD KENNEDYS - LIVE 1984. No he encontrado quien la dirigió. La trajo no sé de dónde, Carlos Dresda, cantante de Dictadura de Conciencia. Paso de mano en mano por todos lados y hasta ahora creo seguirá por allí. Otra huevada el Jello Biafra como cantante. Ver el tema Moral Majority de ese concierto.

UK/DK. 1981. Documental sobre punks y skinheads de Inglaterra. No dice quién la dirigió, pero acá están algunos bandas de ese video, The Exploited (Fucking USA) The Adicts (Viva la revolucion) The Bussines (Blind justice)

BONUS VIDEO (Lo que vimos después)

TRAINSPOTTING. 1996. De Dany Boyle, basada en la novela de Irvine Welsh. Dijeron de ella que era La Naranja Mecánica de los noventa... ¡Cosas del marketing!. Ewan Mcgregor, qué iba a imaginar que luego sería Obi Wan Kenobi o Robert Carlyle que personificaría después a Adolfo Hitler. Recomendable y memorable cuando suena Perfect days (ver escena) de Lou Reed. Ver trailer

THIS IS ENGLAND. 2006. De Shane Meadows. Basada en las experiencias de vida del director, que fue un Skinhead en su adolescencia. Para los que creen aún que los Skins son todos nazis y racistas, esta película trata de mostrar cómo se partió el movimiento. El inicial espiritu del skinhead, conocido como Espiritu del 69 donde el Ska y el Reggae era su música, el pertenecer a la clase obrera un orgullo y el color de la piel no era motivo de discriminación. El inicio de la película viene con la canción 54-46 was my number (ver escena) de Toots and the Maytals. Ver trailer de la película.

martes, 24 de junio de 2008

CAÍN Y ABEL

Contra lo comunmente creido, en lo subte no podía faltar el humor. Bandas como Profetas del Carajo, María T–Ta y la Concha Acústica, Éxodo, Héroe Inocente entre otras, hicieron del cuestionamiento a través de la burla, el sarcasmo y la ironía su arma más letal. No todo era depresión, angustia y No – futuro, había tiempo para sonreír. Como mencioné en una entrevista acerca de mi libro: Hubieron momentos felices en las situaciones más extremas.

Dentro de lo que estuvo alrededor del movimiento subte, sin pertenecerlo propiamente dicho, fueron las historias de Caín y Abel, aparecidas en el suplemento No de la revista . Dos mellizos cuyos padres, Adán Fernández y Eva Gonzáles, criaron de manera distinta. Al serle extirpado un seno, doña Eva optó en dar de lactar solamente a Abel, por haber sido el más rosadito al nacer y no todo hinchado y sanguinolento como lo fue Caín. Esto marcaría una diferencia total de ver la vida en ambos personajes.

Vecinos de una quinta, en el clasemediero barrio de Santa Beatriz (donde quedaba el Hueko) y alumnos del bartolo (CN. Bartolomé Herrera) ambos narraban sus aventuras de adolescentes desde sus distintos puntos de vista. Abel, estudiante de piano –con el profesor Beltroy un viejo gay de quien estaba enamorado– delicado, amanerado, arribista, católico, racista, soplón y autor esporádico de poemas dedicados a su santa madre, donde despotricaba solapadamente de su padre, a quien llamaba: ese hombre.

Caín en cambio se vacilaba de lo lindo haciendo perrada y media en su barrio, y unicamente por joder a su mellizo y al sistema alienado, sin importarle nada, solamente su banda subterranea. La frase clásica con la que terminaba sus historias era: Yo sólo me vacilo como bajista de Flatulencia, el resto es el resto. Sucio, con los pelos parados, chankabuqueszapatos de cholo según Abel– jeanes gastados, pendejo y consumidor diario de chatas de ron y latas de atún –Yo no como igual que los burgueses– aprovechaba cada anécdota de su vida para componer los temas de Flatulencia, donde en medio de mierdas, puteadas y conchasumadreadas, daba su particular visión de las cosas.

Los compinches: Su perro color caca llamado Asco –Abel lo llamaba Pupé–, su loro hablador Eskoria, el gordo Gonzalo tambor, caca verde, cochinada Tasayco, menstruación Aguirre, mojón Gonzáles, chancro Jiménez, sífilis Paredes y la Pocha caracha, su pareja, compañera, enamorada, novia…en palabras de Caín: Lo mío con la Pocha caracha no es amor... ¡Es un complot contra el sistema!

Historias que nos hicieron pasar buenos ratos en aquellas tardes de hueveo y que hasta ahora nos hacen reír.

Responsable de estos personajes es Rafo León, el mismo que ahora recorre el país para mostrarlo a través de su programa Tiempo de Viaje en canal siete. Esperemos que algún día se anime a juntar estas historias y las publique, ya que es necesario reirnos de este jodido sistema alienado, como diría Caín… en vez de estar soportando esos libros tipo Generación cochebomba, ¿no creen?

Por lo pronto el excelente blog Cainsubte.blogspot.com, se ha tomado el trabajo de buscar y skanear algunas de las historias de Caín y Abel. Pueden leerlas en este enlace: http://cainsubte.blogspot.com/search/label/Ca%C3%ADn%20y%20Abel%20-%201987


sábado, 21 de junio de 2008

UN ARTISTA DE LA CALLE

( Juan de los Santos Collantes, Tripita)
Una fría tarde de 1980, tres niños descubrieron por causalidad la alegría. En medio del parque del Ovalo en Breña, un payasito hacía un círculo con una tiza. Él mismo armaba su teatro, separando el escenario de la vereda-platea y de los palcos–bancas del parque. Los que se subían a los árboles eran el balconazo. Para los tres niños, y para el payasito, el cielo gris reemplazaba a la carpa multicolor de los circos de fiestas patrias, a los que les era muy difícil asistir. Unos como espectadores, el otro como payaso.

Solamente una cara pintada de rojo y blanco, los colores del Perú, más la cara de yoquihecho reemplazaban al estrafalario disfraz, a la peluca extravagante. No había zapatones de charol, solamente unos viejas botas marrones, tipo macario y con cierre al costado. El chiste, de por sí, era un cuerpo hecho migas por la desnutrición.

Buenas tardes soy el payaso Tripita y esto es el circo de la calle. Pero no era el único. Estaban dos payasitos más que se iban pintando el rostro mientras llegaba la gente. Algunos los curioseaban y se iban. Otros se quedaban sabiendo lo que ofrecían. Hey, joven, joven, este es el circo de la calle. Y poco a poco se iba haciendo el quórum necesario, para iniciar el espectáculo. Los tres niños ya estaban en primera fila, sentados en el piso. Nadie los movería de allí. Oiga, joven, ¡hey!...¡hey!... ¡heeeeeyyy!, ya va a comenzar el show, no se vaya... invite a su enamorada... ¡No sea tacaño, carajo!

El primer número, el faquir. Pero, más bien, todos nos preguntábamos si sería Tripita, que tenía el cuerpo de faquirista, en comparación a ese negro fornido que tenía pinta de haber sido estibador. Empezó tragándose cuchillos oxidados que en vez de sables eran más bien verduguillos y zapateras caneras. Luego la prueba del fuego. Un trago de ron de quemar y a soplar las varillas para ser un lanzallamas humano. Una, dos, tres veces, y el fuego se evaporaba en el cielo como hongo de bomba nuclear, ante el asombro de los tres niños: Eso lo podemos hacer, mi vieja cocina con ron de quemar, hacemos las varillas y listo, dijo uno. Los otros dos lo miraron incrédulos y pensaron: Éste está culeco o le pica el hueco.

Foto: Focus

El último y más arriesgado número, La cama de vidrio. Sacó de una mochila un pequeño costal y sobre un manto dejó caer el vidrio molido. Lo expandió de modo que copara gran parte de la tela. Luego dijo: Pa’que vean que esto no es truco. Lanzó al piso varios vidrios tomados al azar. No había duda, eran reales. Procedió, luego, a colocarlos de modo que sus filosas puntas apuntaran hacia el cielo, como los clavos de una cama de faquir. Entonces, Tripita, solicitó un voluntario: A ver, uno por favor para que el faquir culmine la peligrosa prueba de la cama de vidrio. El faquirista se negó cuando Tripita eligió a uno de los niños, por muy poco peso. Entonces, el payaso jaló a un señor obeso, como de cien kilos. No tampoco, dijo, ese tío debe pesar una tonelada. La risa fue general. ¿Entonces que carajo quieres? Él mismo invitó a una señorita, pidiéndole permiso al enamorado que desconfiado la dejó ir. El faquir, entonces, hizo unos pases torpes de relajación trascendental, flores de loto y ejercicios de respiración. Se quitó la camisa que lo vestía y dejó ver una espalda marcada por el diario trajín de su sacrificado oficio. ¡Como ven, dormir en la cama de vidrio es más cómodo que dormir en colchones Comodoy! Dijo uno de los payasitos que esperaba su turno. De verdad era una espalda encallecida de huecos, rayas, meridianos y tangentes. Un mapa en alto relieve del sufrimiento.

Se recostó sobre su cama e hizo parar a la muchacha encima de él, primero un pie y después otro. Le ordenó hacer pequeños pasos. Hasta donde estaban los niños sentados, se escuchaba el crujir de los vidrios que se acomodaban entre sí e iban penetrando la piel del faquirista. En su rostro el dolor era remplazado por una expresión de resistencia, a la miseria, a la pobreza, a la injusticia. Después de un paseo la chica se bajó y el faquirista se levantó entre aplausos, mostrando su espalda pegosteada de vidrios y con pequeños chorros de sangre. La gorrita recorrió el círculo del público y el tintineo de las monedas iba llenando la esperanza de ese hombre, de llevar algo para la comida diaria de su familia. Aunque tuviera que repetir el número dos veces más esa noche.

Inmediatamente entraron al escenario los dos payasitos que esperaban su turno. Oiga somos Waflerita y Cotito y vamos a hacer la mímica de un rockero que se ha fumado un saco de marihuana. Pusieron, en una vieja consola, el disco 45 Rpm., de la canción Venus de Shocking Blue... y con una guitarra de madera hicieron las veces de cantante y guitarrista. Jugaban con el público, haciéndole bromas, incluso dándole furtivos besos a algún despistado. Luego la ranchera Ay Chabela, el huayno del Canchis canchis, o la canción del Loco que en el programa cómico Estrafalario la caracterizaba el loco Ureta. Risas por acá y risas por allá. Y la gorrita que daba vueltas llenándose de esas monedas, por la venta de una alegría.

Y ahora sí, todos se acomodaban porque llegaba el turno de Tripita. Muchos ya lo conocían y habían preferido sacrificar otras cosas, por verlo. De arranque: Buenas noches me llamo Juan de los Santos Collantes, me conocen como el payaso Tripita y –levantándose la basta del pantalón– soy el producto de doce años de dictadura militar. Jajaja. Y los chistes pasaban por lo político, el amor, la palomillada. ¿Señorita usted que haría si su enamorado, acá al lado, le propone matrimonio... le diría que sí?. La chica pensaba algo incomoda, miraba de reojo a su enamorado quien se mostraba nervioso. No sé joven, responde la chica con una sonrisa avergonzada. ¡Claro, quién se va a casar con semejante mostro, cara de volquete aplastado! Y otra vez las risas: La otra vez un provinciano recién bajado, sale a la calle con otro que había llegado antes a la capital y se estaba acriollando, el primero le pregunta: “¿Oyi, porquisos cirros tienen vintanas?”. “Son idificios, sunsu”. “Isus árbolis tienen fucus”. “Nu, si llaman postis”. “Y por quí en la cruz de jisús dice INRI”. “Is qui antis jisús se llamaba Inrique”. De allí la parodia de los cojos: El cojo achorado, el cojo deudor –Si algo te debo con esto te pago– el cojo punteador. Hasta el sarcasmo de las vicisitudes de su trabajo: “La otra vez, estaba llena la plaza, yo había acabado de pasar mi gorrita y estaba feliz, porque todos habían colaborado, como nunca, carajo. En eso pasan los maestros del SUTEP, en huelga: Pásame la S: Eseee... Pásame la U: Uuuu... Pásame la T: Teeeee... Pásame la gorra... ¡Y juas! Se llevaron la gorra y me dejaron misio, carajo.

Todos reían y entre chiste y chiste, había una critica a un país que después de los militares se embarcaba en la democracia. Era el arte de la calle, el arte nacido de la necesidad, el arte de reír ante la adversidad, un arte que años después la televisión torcería hasta la vulgaridad más infame. Incluso los tres niños: Paúl, Christofer y Martín, iban dándose cuenta que el humor de la calle era distinto al que alguna vez disfrutaron en el colegio con el payaso Pimbolo. Sin saber, mientras reían de las ocurrencias, iban dándose cuenta que había una realidad que muchas veces escuchaban hablar a sus padres. Y que a veces esa realidad nos provocaba mucha risa. Cuando Tripita terminó su número y pasó la gorrita le dejaron algunas monedas robadas a las golosinas. No se imaginaban que años después, la realidad de los chistes sería mucho más dramática. Tampoco se imaginaban que verían a Tripita en la televisión y que Augusto Ferrando diría : Yo lo descubrí. Tampoco se imaginaban, que un día como hoy, Tripita, pasaría por última vez la gorrita con que el cáncer le cobraba la vida. Por haber hecho reír a miles en las calles, sin importarle el smog, el frío y la salud de su garganta para hacerse escuchar entre los ruidos del tráfico de esta gris ciudad.

jueves, 19 de junio de 2008

SOBRE LO SUBTE

Foto: Zcuela Crrada

He leído un artículo titulado "El rock subterraneo y las etapas de su historia" en cainsubte.blogspot.com, en donde tratan sobre el movimiento subterráneo. Por lo que afirman, es una crítica a dos textos sobre el mismo tema aparecidos en Wikipedia: “El punk peruano” y “La movida subterránea”.

En ese artículo hacen una crítica al hecho de diluir el movimiento del Rock subterráneo dentro del tema del “punk peruano”. Están en lo cierto, porque la cosa es al revés, el punk peruano, o los grupos que hacían y siguen haciendo punk, ven su partida de nacimiento dentro de lo subte. Entonces no se puede desintegrar al padre dentro del hijo. Pero, no debemos olvidar que el Rock subterráneo, fue producto del conflicto entre dos visiones distintas de ver el rock dentro del gran tema que es el Rock peruano. Este producto fue condicionado por las cuestiones musicales, y también sociales y económicas muy particulares del Perú de los ochenta. Por tal motivo es un capítulo aparte y, creo yo, el más importante dentro de la historia del Rock peruano.

En ese sentido periodificar el movimiento del Rock Subterráneo, es muy válido porque su dinámica interna no fue siempre de unidad de ideas y propuestas, más bien fue de enfrentamiento en muchos aspectos que partían de lo musical, social y sobre todo de honestidad, frente a lo que se estaba haciendo. Y esto estaba condicionado por el contexto en que se desenvolvían. He allí su importancia. Porque a través de este movimiento se puede entender los procesos de integración, socialización y conflicto de la juventud peruana de una etapa muy trágica de nuestra historia, y su posterior influencia en la juventud creativa de los siguientes años.

Viéndolo desde estos años, el movimiento subterráneo tiene etapas bastante marcadas. No hay que negar que en un primer momento hubiera un consenso de ideas por lo que se deseaba hacer y tener, frente al rock comercial, la sociedad peruana, etc. Pero, esto se fue diluyendo cuando el movimiento salió de las alcantarillas, y las contradicciones dentro del mismo se fueron agudizando. Es decir que Narcosis, Leuzemia, Zcuela Crrada o Guerrilla Urbana iniciaron todo sabiendo lo que querían: Generar un circuito alterno donde plasmar sus propuestas musicales, que no hubieran podido lograr dentro del circuito “comercial”, el mismo que tampoco era tanto, porque el rock en el Perú siempre fue de minorías. Ese fue su primer y más valioso aporte.

Pero, por las mismas características del movimiento al estar contra lo establecido en lo musical como social (Lo que estaba sucediendo en el país) generó el cuestionamiento de los muchachos que se identificaban con esos primeros grupos iniciadores, ya que la crisis se estaba agudizando y los jóvenes se estaban radicalizando.

Para la segunda mitad de los ochenta, el movimiento pasaba a otra etapa. En un artículo en la revista Esquina del año 86 Daniel F, al explicar la separación de Leuzemia, da las claves de este pasó. Explica que ante la radicalidad de grupos adolescentes como S de M, Excomulgados o Eutanasia, los menos radicales de la primera hornada optaban por marginarlos de los conciertos. Incluso menciona a Orgus que por ser metaleros los “Nuevos dueños del Stablishment contracultural” no los incluían dentro de los conciertos. Allí acuña un término muy válido: La Neo-marginación, marginación ejercida por marginados.

Esto es un hito dentro del rock subterráneo, porque los grupos se habían politizado en sus letras y actitudes, y no sólo causaban una reacción frente a la sociedad formal, sino también frente a los que estaban dentro del movimiento. Y no sólo los grupos punks, sino también bandas como Voz Propia, y otras que de manera inteligente y no tan directa cuestionaban lo que pasaba dentro, sino también el contexto social de esos años.

Curiosamente las primeras bandas se habían separado. Dieron su aporte de impulsar el circuito alterno y dejaron la posta a nuevas bandas, más radicales en lo musical y en la propuesta. Consecuencia de esto hubo una ruptura, por cuestiones de clase y raza, como lo fue la bronca entre pitupunks y misiopunks, fruto de la agudización de la crisis social y económica que creaban una juventud más radical en sus cuestionamientos a la sociedad. No era gratuita la cosa, como muchos pretenden explicarlo, como que fue una tontería de resentidos y racismo del mestizo contra el blanco…pero hay que ver que ese resentimiento y ese racismo, es consecuencia de las contradicciones que aún nos agobian como país en formación.

Este tipo de situaciones en la dinámica del movimiento del Rock subterráneo, marcan esas etapas que hay que tomar en cuenta para los que pretenden escribir su historia. También para entender mejor su gran aporte a la saga del Rock peruano. También como expresión honesta de un momento histórico dramático, y las consecuencias que ese momento tuvo sobre la juventud que la integró.

martes, 17 de junio de 2008

COCHE BOMBA EN LA VILLAREAL

FOTOS: Cristhian Portocarrero y Jona Castro


Viernes 13, ciclo La Nueva Narrativa Peruana: Gabriel Ruiz Ortega, Martín Roldán Ruiz y el profesor Dimas Arrieta.


Richi Lakra, subte convicto, confeso y confuso, en apasionada intervención. La directora de la Escuela de Literatura de la universidad Federico Villareal, Nora Fatacciolli, lo escucha atentamente.


Con los Poetas del Asfalto y el grupo Otras Voces de la Escuela de Literatura de la universidad Federico Villareal. El ciclo de La Nueva Narrativa Peruana continuará cada viernes con Alexis Iparraguirre, Rafael Inocente, Marco García Falcón, Leonardo Aguirre, Eduardo Reyme Wendell y cerrarán el ciclo con el reconocido narrador Carlos Calderón Fajardo.

viernes, 6 de junio de 2008

¡LA MATARE!


Ayer jueves haciendo zapping, me topé con una entrevista en televisión española a José María Sanz Beltrán, más conocido por todos como Loquillo, cantante de la banda española Los Trogloditas. Entre muchas cosas interesantes que declaró, rescato la respuesta sobre uno de sus temas, que curiosamente es el único conocido y que aún suena en las radios comerciales de Lima: La Mataré.

De ellos, varios videos en concierto que he tenido la oportunidad de ver, me di cuenta que justo esa canción, no la tocaban. Pensé que por falta de espacio en el video, porque quizá era la más comercial de todas sus canciones o que simplemente había problemas de derechos de autor. La cosa era diferente.

Según Loquillo, ya no la tocan porque agrupaciones feministas, le pidieron por favor, dejar de hacerlo. No fue una censura o autocensura, fue una decisión responsable de la banda porque en esa canción, basada en un tango, estaba en juego lo que se llama la violencia de género:

Yo la sentaba en mi regazo,
enloquecía sólo a su contacto,
la he conservado en la memoria,
Tal como estaba,
Siempre a mi lado.
Nunca me juró su amor lo creía eterno yo.
Y ella me sonreía y miraba hacia el mar.

Me emborrachaba entre sus brazos
ella nunca bebía, ni la vi llorando,
yo hubiera muerto por su risa.
Hubiera sido su feliz esclavo.

Qué dolor sucio y traidor
me envenena el corazón.
Sé que ella nunca enloqueció.
Jamás perdió el control.

Quiero verla bailar entre los muertos,
la cintura morena que me volvió loco,
llevo un velo de sangre en la mirada,
y un deseo en el alma, que jamás la encuentre.
Sólo quiero que una vez algo la haga conmover.

Que no la encuentre jamás o sé que la mataré.

Por favor sólo quiero matarla.
A punta de navaja
Besándola una vez más.

Loquillo no veía un recorte a su libertad de expresión artística. Más bien comprendió que ese tema podía tener consecuencias a futuro. “Ante mi libertad de expresión, pongo por encima evitar la violencia de género”. Plausible actitud. En una sociedad como la española en donde temas como la igualdad de género, tolerancia frente a las minorías, etc., son tomados con mucha responsabilidad, hasta por los músicos, queda como un ejemplo a imitar.

¿En países como el nuestro sería posible esto?

Esa canción pertenece al álbum Mi problema con las mujeres, en donde hay varios temas buenos e incluso mejores, como la que cierra el disco y que se titula Los mejores años de nuestras vidas. No es casualidad, entonces, que la única canción conocida por estas tierras machistas sea, La mataré. Pero, para sincerarnos ¿Quién de nosotros no se ha sentido alguna vez identificado con la historia de esa canción? Y no solo por el aspecto sentimental sino también en el amical, laboral, etc.

En el colegio donde laboro, hay una trabajadora que se caracteriza por ser muy mala lengua contra las personas, sobre todo con un compañero que se caracteriza por su humildad. "Cholo feo, mostro de mierda", eran los insultos más tibios de parte de ella, hacia él, que recuerdo. Muchos le aconsejábamos que la mandara a la mierda. “No, es mujer, cómo me voy a meter con ella así”. No faltó uno que lo consideraba un huevo frito. La cosa es que un día ya no la soportó más porque conchudamente, la mujer en mención, le fue a ofrecer una pollada. Se negó y por eso recibió los habituales insultos, con el agregado: ¿Qué te creerás? Olvidándose de su cordura le dijo: “Fuera de acá muerta de hambre”.

Eso bastó para que la mujer se sintiera ofendida hasta las lágrimas y se quejara ante la Directora del maltrato, en su condición de mujer sola y abandonada, que había sufrido por parte del compañero de labores. La directora una tía medio conservadora, dio a entender en la reunión con todo el personal, estar a favor de su par femenino, a pesar de que el supuesto agresor verbal, dio sus motivos, y fue corroborado por todos los demás, que venía siendo insultado durante meses y hasta años. “No, no, no no -dijo la directora- el hombre siempre debe ser hombre y no es de varones insultar a una mujer”. Asunto zanjado, los pobres huevones, mejor dicho los varones teníamos que soportar alegremente los maltratos de nuestras colegas. El compañero se arrepintió de haber insultado así a la compañera…"No la hubiera insultado, porque si va a ser así, para la próxima le meto un golpe”. ¿Hay igualdad de género para esta situación?

O como esa vez cuando mi hermana me contó que le cedió el asiento a un hombre con un bebe en brazos. El microbús estaba lleno de mujeres, ni un solo hombre, y el pobre tenía que cargar, además, una bolsa que se veía pesada. Podía con la bolsa y el bebe, pero la incomodidad lo hacían inestable ante las curvas y aceleradas del bus. Si hubiera sido al revés, fácil que una hubiera dicho: ¿Acá no hay caballeros? Pero no. Mi hermana se puso de pie y dijo: “Se ve que cuando nos conviene apelamos a la igualdad de género”. Mutis, silencio, vacío, fue la respuesta, aparte del agradecimiento de nuestro colega varón. Cuando le pregunté que si lo había hecho en solidaridad con él, me respondió que no, que lo hizo pensando más en la bebé, que era mujer.

Recuerdo que hace algún tiempo, un amigo muy cercano me contó una historia que le había ocurrido. Después de años de no verse, una antigua amiga de barrio, de la cual andaba perdidamente enamorado, le declaró su amor, de la noche a la mañana. Fue justo cuando él ya la había olvidado y estaba a su vez enamorado de una chica con quien estaba haciendo planes a futuro. Pensó desde un principio que estaba loca, porque ella ya tenía una relación de muchos años con un pata que la trataba bien y le había dado con creces la estabilidad económica que toda mujer, seamos sinceros, ve en un hombre a la hora de entablar una relación. Mi amigo, una persona humilde, sin suerte en muchos aspectos, no era un aprovechado y tenía mucha dignidad y orgullo. Por eso, cuando su amiga le dijo que estaba enamorada, él le advirtió que no podía darle ese ritmo de vida al cual estaba acostumbrada, pero si realmente entablaban una relación de pareja, solamente tenía su palabra y su promesa para salir adelante junto a ella. Hay que creerle, porque a pesar de estar con otra persona, se le vino todo ese amor que había sentido alguna vez por su antigua amiga de barrio. "Piénsalo bien", le dijo. Y ella le aseguró que no le estaba pidiendo nada, sólo estar junto a él, su amor de toda la vida.

Ayudado por las circunstancias, se fue enfriando la relación con su pareja, aunque nunca dejó de quererla de verdad. Además, por lo que contaba de su amiga de barrio, la sentía de verdad enamorada y dispuesta a todo por él. Le había prometido lo que siempre había deseado: Una familia por la cual luchar toda la vida. Incluso a ella, no le importó dejar al pata que le había dado todo por años, desde vestirla, mantenerla e incluso hacerla participe de sus negocios.

Pero, cuando ya todo estaba listo, para que el amor deseado por ambos amigos se concrete, ella le da la espalda y se niega a culminar lo que le había estado ilusionando durante meses. El motivo de esa actitud inmadura, fueron unos miedos que, según ella, se impusieron al amor que decía sentir como nunca.

¿El resultado? El pata, que fue su pareja, se dedicó al trago, al despilfarro y al puterío. Y la otra continuó como si no hubiera pasado nada, escapando a su responsabilidad, creyendo encontrar en el disfrute o en otras personas, las razones para justificarse, sin aceptar la culpa de haber jugado con la vida de dos hombres.

Mi amigo estuvo bajoneado durante mucho tiempo. Pero, poco a poco, fue superando la decepción. Había perdido a una y la otra lo dejó sin más explicación que un miedo infantil. Se sintió como una basura. Lo único que lo ayudó a superar todo fue la canción de Loquillo y Los Trogloditas que motivó este post. Abrigando una esperanza de vengarse, esperaba su oportunidad. Incluso, el pata que había sido pareja de la amiga, se contactó con él: "Esa mujer, primero me cagó a mi y ahora te cagó a ti, ¿por qué no la cagamos ahora a ella? Pero, después de mucho reflexionar, pensó en no amargarse más la vida. Antes que matarla a punta de navaja besándola una vez más, como dice la canción, optó por desaparecerla de su vida, como si nunca hubiera existido, como si nunca hubieran tenido nada, ni los buenos momentos. Porque sabía muy bien, como todo hombre que se precie de serlo, que un golpe o una agresión física a una mujer, no es de varones; además, que no duelen tanto como la indiferencia o el olvido ¿Esto también es violencia de género?

domingo, 1 de junio de 2008

¡¡¡NO VAYAN!!!

Con motivo del ciclo "La Nueva Narrativa Peruana" organizado por la Escuela de Lingüística y Literatura de la Universidad Federico Villareal. Posteriormente se presentarán Alexis Iparraguirre, Leonardo Aguirre, Marco García Falcón, Eduardo Reyme, entre otros.

Estarán a la venta los últimos ejemplares de Generación cochebomba a precio de piratero S/. 15.00