miércoles, 28 de enero de 2009

CONFESIONES DE TAMARA FIOL


Confesiones de Tamara Fiol, es la nueva novela del reconocido escritor Miguel Gutiérrez que será presentada este jueves 29 de enero en la Feria del Libro de Trujillo. Como un adelanto posteo una respuesta que el autor de La violencia del tiempo brindó a Paolo de Lima, para su blog Zona de Noticias en diciembre del 2006. En ella deja entrever el argumento de la novela, publicada por Alfagüara.

¿De qué trata su nueva novela, aún inédita, Confesiones de Tamara Fiol, de la cual se incluye un fragmento en este nuevo libro?

El argumento es el siguiente: Un corresponsal de guerra norteamericano de origen latino (su madre nació en El Salvador) conoce en Nueva York a unos peruanos que le hablan o le cuentan acerca de la guerra interna que está viviendo el Perú. Morgan Scott Batres un free lance que se haya temporalmente sin trabajo decide hacer un reportaje sobre las mujeres de Sendero. Con contactos que le dan estos amigos peruanos en Nueva York viaja al Perú para realizar su reportaje. Ya en el Perú prosigue su investigación, se traslada a la ciudad de Ayacucho y a otras zonas de guerra y finalmente, después de varias entrevistas escribe un reportaje, "Las mujeres de Sendero", que lo publica un semanario norteamericano. Aunque el reportaje tiene cierto éxito, Morgan se siente insatisfecho porque no ha logrado romper la coraza ideológica de estas mujeres y explorar sus interiores. Entonces le hablan de la existencia de Tamara Fiol que ahora trabaja en un organismo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas pero que en su juventud fue una gran combatiente y lidereza por el socialismo. Después de vencer la resistencia de esta mujer, Morgan logra que finalmente le haga una confesión completa de toda su vida, incluyendo su vida amorosa y erótica, en la que vivió una pasión que perturbó sus sentidos y su relación con el partido al cual pertenecía. Morgan realiza su reportaje en 1992, pocas semanas antes del golpe de Fujimori. Esta novela para mí es una primera incursión para explorar novelísticamente las formas de vida a que dio lugar esta guerra.

viernes, 23 de enero de 2009

LAGRIMA DE FLOR

Foto: Rocío F.

I,

fuiste
como el mar.
Color azul, inmenso,
que está detrás de tu sonrisa.
Misterioso, profundo, alborotado.
Caminos desconocidos, descubiertos,
entre sombras de besos y brumas de yerba.
Y yo, el sucio navegante que marcó los cauces
húmedos, donde se dividen las locuras, de la sal.
Donde la libertad quedó esclava de tu piel afeitada,
de la profundidad de tu alma. De la forma santa como
me atrapó tu aroma, tu esencia de hembra apasionada.
Sonreías con cada camino de mi saliva recorrida y me
decías: Sálvate de la verdad, que te matará la mentira.
Pero soy incrédulo, como aquellos rompeolas donde
iba a morir la marea, salpicando tu rostro castaño,
y mi corazón salvaje, de odio enamorado.
Donde se dibujaba tu nombre diáfano:
Suspiro de pétalo, gota de sal.
El sollozo invisible,
de la flor.

sábado, 17 de enero de 2009

¡A COMEEERRRRRR!

Esta edición de Poetas del Asfalto Nº 50 contiene 41 poemas del mencionado poemario del viejo indecente. Además contiene textos de Felix Mendez, de Francisco León, Lucho desobediencia y del comandante Rodolfo Ybarra. También un relato clase en historieta de Charles Bukowski del libro Se busca una mujer, realizado por el poeta del asfalto, Fernando Laguna Silva.
Contactos al 990-854329 o a 4232335

domingo, 11 de enero de 2009

EL GUETO


Todas las mañanas muy temprano sale hacia el camino que lo lleva a otro camino mucho más largo y ancho, para ir a trabajar. El sol está saliendo; y una y otra vez, observa los escombros de los viejos edificios, que de tanto esperar se están cayendo de tiempo y de balas. De alguna puerta inexistente, donde se hacina gente como él, sale otro que también tiene el privilegio de contar con un trabajo. No llevan distintivos, sólo las cartillas que les permiten trabajar. Pero, saben bien, que ninguno de los que se van uniendo en ese largo camino, son considerados algo dentro de esa tierra que es su patria.

Poco a poco va distinguiendo entre la bruma que se va aclarando con los minutos, a los uniformes verdeoliva, de cascos anchos y fusiles largos, que lo observan. Esos ojos tienen el color del desprecio, del que se considera superior, del que se siente distinto. Pero, también, del que se siente amenazado. El miedo del que se sabe en tierra hostil.

Camina sin mirarlos, porque un mal paso o un movimiento en falso podrían acarrearle un tiro por la espalda. Ya lo había visto tantas veces como tantas había visto las lágrimas de su familia, de sus amigos, de sus vecinos. Funerales que reemplazaban a los matrimonios y cumpleaños de gente que de joven sólo tenían la alegría… al momento de morir.

Al final de su caminata llega a un puesto de vigilancia. No pasan de una cincuentena. Trabajan en el campo cercano, fuera de las murallas y barricadas que limitan su vida y su esperanza. Lo revisan minuciosamente, mientras le hablan en una lengua extraña, que de tanto escucharla le suena a ladridos de perros feroces. Por eso ante las mismas preguntas, sólo asiente con la cabeza y espera que le den la orden de avanzar.

Trabaja de Sol a Sol. Pero, sabe que cuando regrese no encontrará mucho para consumir. Porque en donde lo esperan, solo hay unas horas de electricidad al día. El gas escasea y el agua también. Y los alimentos entran de contrabando o de la ayuda de algunos caritativos. Pero, igual, lo que gana le proporciona un extra para su familia. Una esposa y una hija que cuando se despiden de él, cada mañana, no saben si regresará.

Cuando lo hace, agradece el estar junto a su familia una vez más. Pero sabe que cada día que pasa, es un día menos para él, y uno más para su hija. Y en el silencio de la noche, se pregunta si vale la pena que crezca en ese arrinconamiento. Porque desde el día de la invasión, los fueron empujando de su lugar natural, muy lejos hacia el este, hasta prácticamente encarcelarlos en un pedazo de tierra, desconocida. Donde todo se estaba derrumbando, hasta la esperanza.

Por eso tiene que compartir una casa, con muchos miembros de su familia y otros que no lo son. Demasiadas personas, para poder mirar más allá de la sonrisa de su hija que corretea entre los ladrillos y el polvo del desmonte. Y lo único que lo hace fuerte es la certeza de su fe. La creencia de que su Dios nunca lo abandonará. Y que algún día la invasión se terminará y todo habrá quedado atrás, y habrá pasado tan rápido como una plegaria. Por eso reza, y los sufrimientos de la escasez y del amontonamiento, se atenúan. Mientras los invasores se mantengan lejos, aún se puede vivir.

Pero un día sin nombre los invasores decidieron que había que entrar, que no iba más ese rincón olvidado. Porque desde allí se ponía en peligro la seguridad del estado y de la raza. De esos mismos que a sangre y fuego se habían metido en una tierra que no les pertenece, pero que consideran el espacio vital necesario para sobrevivir a costa de los que ya estaban establecidos allí. Muchos que no toleraban quedarse con las manos quietas, dispusieron hacer la lucha. Sin armas, sin tanques, sin cañones, decidieron poner bombas allí donde se reunía el enemigo: Cafés, bares. Morían inocentes y culpables. Lastima, se decían, son ellos o nosotros. Ese fue uno de los motivos, para que se decidieran a acabar de una vez por todas con ellos.

Entonces, en vez de que le dieran la orden de avanzar, le empujaron y le ordenaron que regresara por donde había venido. En un principio intentó mostrar la cartilla que le permitía salir, pero recibió la amenaza de un balazo si no obedecía.

Obedeció. Corrió y corrió por llegar donde los suyos. Y cuando ya estaba por llegar escuchó las primeras explosiones, los primeros disparos y rogó y rogó que a su esposa e hija, no les pasara nada, al menos mientras no estuviera junto a ellas. Y una vez reunidos, se sintió tan feliz de verlas, de abrazarlas… hasta que escucharon muy cerca el rumor de los tanques, las ráfagas de las balas, los gritos del combate. Y la muerte que sabía les esperaba en cada explosión que caía del cielo como una condena…

¿Parece un relato sobre Gaza del 2009, no?... Pues no, es sobre el gueto de Cracovia en 1943.






jueves, 8 de enero de 2009

REVISTA ALERTA: Rock en Perú



Con beneplácito anunciamos a la comunidad rock del Perú y del mundo que desde el 1º de enero de 2009 comenzó la distribución del Nº 0 (enero-febrero 2009) de la nueva revista ALERTA, Rock en Perú.

Son 32 páginas A4 a todo color en papel couché que incluyen entrevistas, crónicas y fotos exclusivas de Leusemia, Desarme, Chabelos, Area 7, M.A.S.A.C.R.E., Gx3, Gerardo Manuel, Bareto, etc. y reseñas de discos y webs de la escena peruana de rock.
También regalamos con este número 5 ejemplares del dvd de Leusemia “La Noche De Los 25 Años”. Las bases para participar aparecen en la página 17.
Con un precio mínimo de S/. 3.00 (Tres nuevos soles), este primer número se distribuirá gratuitamente con las preventas de entradas del renombrado festival Rock en el Parque XI, del 1 al 17 de enero de 2009. Luego, se podrá comprar habitualmente en las principales tiendas de rock de Lima y en las afueras de los conciertos que se realizan semanalmente, o solicitando los puntos de distribución en los emails que aparecen más abajo (Buscamos distribuidores en provincias).
Mails con comentarios, sugerencias y consultas son recibidos por los editores respondiendo a este mail o en la siguiente dirección: pgrijalva@alerta.pe.
Para mantenerte al día en las novedades de la revista visita nuestro web en

http://alerta.pe/.

miércoles, 7 de enero de 2009

¡NADIE ES INOCENTE TODOS TERRORISTAS!

Y, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de sér, dolernos doblemente.

César Vallejo