jueves, 25 de octubre de 2012

CUANDO LAS PAREDES CANTAN. Murales tribuneros en el estadio de Alianza Lima.

Ya salió el número 4 de la revista "DOSIS, cultura alternativa", en donde escribo el texto siguiente. Espero les guste.

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CUANDO LAS PAREDES CANTAN. Murales tribuneros en el estadio de  Alianza Lima.

Por Martín Roldán Ruiz

Aunque la opinión pública solo ve el aspecto negativo de las barras de fútbol, condenándolas sin derecho a réplica, no es lo único que pueden ofrecer a la sociedad. Existen actividades positivas que vienen trabajando silenciosamente, y que ningún periodista va a difundir en algún diario nacional. Lamentablemente, lo positivo no vende. En ese sentido las hinchadas son importantes para un club, porque son generadoras de simbologías, códigos, místicas, ídolos y tradiciones. Una larga lista que deviene en la construcción de las identidades futbolísticas. Las cuales han llegado a calar tan hondo que son parte importante de la idiosincrasia nacional.

¿Podemos imaginar, a la barra de Alianza Lima, produciendo expresiones artísticas de manera espontanea? Por ejemplo: Cánticos, lemas, relatos, símbolos, personajes, grabaciones y publicaciones que les sirven para consolidar su proceso identitario. ¿Se nos hace difícil, no? Por tal motivo conversamos con unos muchachos del Comando Sur, acerca de un interesante proyecto de mejoramiento visual en todo el estadio blanquiazul.

EL MEDIO ES EL MENSAJE

A principios de los noventa, en la parte alta del túnel central de la tribuna sur del estadio de Matute, una mano anónima habría de escribir  la siguiente sentencia: “Acá se deja la garganta y los huevos”. Todo hincha que iba a ver un partido, necesariamente tenía que leer esa pinta, y sabía que si no cumplía lo que le ordenaba, no la iba a pasar muy bien.  Ese mensaje iría forjando una nueva  manera de pensar en la hinchada aliancista: A sur no se va a ver el partido, se va a alentar. Una nueva generación de hinchas habría de surgir, el que busca contagiar al equipo con su cantico y así poder ganar. Jugando bien o jugando mal.

Esto concretaba, de alguna forma, uno de los postulados de Marshall McLuhan, en cuanto a cómo el medio en donde se manifiesta un mensaje, nos modifica la conducta y las formas en que vemos la realidad.  La extensión de lo que podían decir oralmente estaba manifiesta, cada día, en ese escrito sobre la pared. Y quienes lo leían cada fecha, ya no serían los mismos. Porque pasarían de ser hinchas pasivos a ser hinchas con mayor protagonismo. Los aficionados se convertirían en fanáticos. Entre aquellos se encontraban Piero, Alexis, Aper, Drims y Smoke.

LA ALDEA TRIBAL

Sin conocerse entre sí cada uno había compartido el mismo espacio y habían leído el mensaje antes mencionado. Tenían en común haber asistido desde pequeños con el padre o algún familiar cercano.  Piero, graffitero con exposiciones en calles y galerías formales, cuenta que fue su abuelo: “En su casa de Santa Catalina nos decía: vamos al estadio, y con mi hermano nos poníamos afanadazos. Así fue hasta que empecé a bajar solo o con amigos del colegio”.  Aper, tiene una experiencia similar y a la vez conmovedora: “Un año que regresé de Estados Unidos, mi abuelo que de niño me llevaba a la cancha, estaba con fibrosis pulmonar avanzada, conectado con oxigeno. Viendo un partido de Alianza con él, me dijo que el próximo año que regresara íbamos a ir al estadio. Pero ya estaba muy mal, no aguantó mucho”.

Durante años crecieron en la popular sur, compartiendo la pasión por el Equipo del Pueblo, pero también por el arte urbano. Entonces llegaría el momento en que ambas cosas los juntaría en un bonito proyecto.

LA ALDEA CÓSMICA 

Con la entrada a la adolescencia cada uno se fue interesando por el graffiti. Y en la práctica descubrieron su vocación por las artes plásticas. Alexis, estudiante de Bellas Artes, dibujaba escenas de tribuna, que había visto por años. Drims, se interesaría al ver los graffitis en el hipódromo de Monterrico. frente a su casa.  Junto a Piero, Aper y Smoke, coinciden en que soñaban con pintar murales dentro del estadio.

El primer mural que se hizo en la tribuna sur, data del 2001 cuando un grupo de barristas con más entusiasmo que técnica, pintarían uno en homenaje al equipo que falleció el 8 de diciembre de 1987 en Ventanilla. Y un lema original de la barra sur que dice: “La pasión por Alianza, es una razón del corazón que la razón no entiende”.

“En el 2007, un amigo me jaló para pintar un mural de La 20 -la banda del Comando Sur- pero no era suficiente. De ahí los de la agrupación “La Fiesta de Alianza” me llamaron para pintar el mantón de la hinchada, entonces la idea fue creciendo” nos cuenta Drims.  Piero añade: “Hace años deseaba  conseguir un permiso para pintar adentro. Hasta que el 2011 me contacté con los de La Fiesta, quienes tenían en mente hacer un mural. Ahí empecé a proponer pintar en las paredes de sur “

A tanta insistencia, empiezan con los murales en abril de este año. En un principio estaba proyectada la zona debajo de la tribuna, donde la barra hacía las previas, pero luego se mandaron a otros lados. “De pronto se metieron más personas. Cada vez que hay que pintar va gente de diferentes grupos barristas para colaborar desinteresadamente”, cuenta Piero.

SOMOS LO QUE VEMOS

Ricardo, fotógrafo profesional y antiguo miembro de La 20, nos refiere que le dan mucha importancia a este proyecto, porque  desean que cada esquina del estadio respire pasión por los colores. “Queremos que los hinchas sepan que todos tenemos que alentar, con mucho fanatismo, para motivar a los jugadores a ganar”. Por eso bombardean con mensajes desde varias paredes de la tribuna: ¡Vamos grones!, ¡Yo tengo fe!, ¡Nunca jugarás en silencio!... “La idea es llenar todos los rincones con lemas de la hinchada”, nos cuenta este viejo barrista.

El concepto para la tribuna sur está en que el hincha se vea representado. “Alianza es el equipo del pueblo, y nuestra hinchada es de todas las sangres. En ese sentido el mestizaje es lo importante. En cada mural puedes ver cholos, negros, chinos, blancos. La pluriculturidad y multietnicidad con que está hecho el Perú”.  Y no solo eso, pues al haber aliancistas  en costa, sierra y selva, desean concretar esa realidad de que Alianza Lima es el Perú y el Perú es Alianza Lima. “Las tres regiones del país, unidas por la blanquiazul. Todo bajo la identidad de pueblo, que es lo que nos caracteriza como club y como hinchada desde nuestros inicios, y por lo cual nos sentimos orgullosos”.

Ese sería el aspecto social de su mensaje. Para determinadas zonas del estadio desean reflejar la historia deportiva del club. “Los ídolos representativos, el esfuerzo por ganar, el corazón que se pone en cada jugada, y el orgullo de vestir la blanquiazul. Para que los jugadores sientan que representan a un pueblo, a una historia. Dejar todo por la camiseta, es lo que transmitirán esos murales”, sentencia Ricardo.

EL MEDIO COMO EXTENSIÓN DE LOS SENTIDOS

En Alianza Lima, este tipo de proyectos es creación espontanea de los hinchas, quienes son los que llevan la memoria histórica del club, y los que crean los significantes que sus adeptos van a reconocer como propios. Por ello los muchachos realizan esta labor de manera desinteresada. Los motiva el amor por su equipo, y las ganas de hacer más grande a su institución.

“Cuando me dijeron que empiece, me traje todas las pinturas  y sprays que habían en casa, sin pedir nada a nadie”, comenta Piero. Sin embargo, ese material se fue acabando y al ir extendiendo los murales a toda la tribuna, se necesitaba cada vez más. “Hinchas comunes y la directiva de la barra nos han apoyado, pero siempre falta. Lo bueno que al usar técnicas mixtas, no hay  predilección por cierto tipo de pintura, todo es bienvenido”. ¿Y los dirigentes?, les preguntamos. “Ellos nos dan facilidades para estar en el estadio, nada más”.

Piero, Alexis, Aper, Drims y Smoke, y todos los que participan, se sienten unos privilegiados, porque van a dejar algo importante, para el club, hoy que no la pasa bien económicamente.  “Me imagino con mis hijos en unos años y que los murales sigan intactos. Y que digan: Oh mi viejo pintó ese muro. Espero que la gente sepa cuidarlos”, nos dice Piero. “Y, sobre todo, que hagan suyo el mensaje, como esa vieja pinta de los años noventa que nos cambió la visión a muchos hinchas”, finaliza Ricardo.

Si deseas colaborar con este proyecto, escribe a: todaslassangrestodoelcolor@gmail.com

Subtítulos: Teorías de Marshall McLuhan































Fotos: Ricardo Gómez Peñaranda