domingo, 27 de mayo de 2012

Historia de las Barras Bravas en México.


Ramón Ponce es un estudiante de la Universidad Montrer en Michoacan México, y miembro de la barra Locura 81 del club Atlético Morelia. Precisamente su tesis se basa en el surgimiento de las barras de fútbol en su país. Como parte de su investigación ha realizado un documental radiofónico titulado "Mis colores. Desarrollo y futuro de las Barras en México", en donde usa fragmentos de mi libro Este amor no es para cobardes, y algunas declaraciones mías. Dejo un enlace para que los interesados en el tema pueden escuchar el documental.

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martes, 22 de mayo de 2012

LOS ANIMALES CARECEN DE VOZ (Para poner nombre a su dolor)


 
El N° 35 de la revista Esquina, arte y cultura ya está en las calles. Y este pechito ha publicado el siguiente texto. Espero les guste.

Recuerda que tú revista “Esquina” la puedes encontrar gratis en los siguientes puntos de distribución: C.C. El Averno de jirón Kilka, Stand Azkosocial del jirón Camana, Zeta Bookstore, Centro Cultural España, Centro Cultural Británico de Miraflores, Centro Cultural de la PUCP, Fundación Telefónica, ICPNA, Librería Ibero (av. Mariscal Óscar R. Benavides – Ex Diagonal – 500 Miraflores), Librería Crisol del Jockey Plaza (av.Javier Prado Este 4200) y de Plaza San Miguel (Tienda 55 – 56), ADUNI (av. Bolivia 53, cruce con av. Alfonso Ugarte, Breña), Casa de la Literatura Peruana, en el Bar La Noche de Barranco y en Búho Comunicaciones con oficinas en Alcanfores 492, Of. 412 Edificio Thumberbird. Los interesados en adquirir las revistas pueden llamar al 01 – 2018100 – 999356310.

Los animales carecen de voz, para poner nombre a su dolor
Por: Martín Roldán Ruiz
Para muchos no fue sorpresa la prohibición de Morrissey, a productos animales que se venderían dentro y fuera de su concierto. Tampoco, cuando cantaba Meat Is Murder (Carne es asesinato), la proyección de imágenes del maltrato al que son sometidos, antes de matarlos para nuestro consumo. El compromiso del Mozz sobre este tema, es una tendencia que viene desde mucho antes, dentro de la música rock. Sobre todo desde 1977 cuando el punk estableció, en la música, un mensaje de anarquía, libertad y respeto por la vida, tanto humana como animal.

Para una nación amante de los animales.
CRASS, la mítica banda anarkopunk, inició el activismo musical por la defensa de los animales. En sus conciertos mostraban imágenes y arengas contra el maltrato y el consumo de carne. Se reclamaban vegetarianos, y participaban en acciones directas contra marcas de ropa, o transnacionales que experimentaban con perros, conejos o simios. Consecuentes, no usaban productos industrialmente procesados de origen animal. Incluso fabricaban su propio pan.  De ideas anarquistas, su defensa de la vida, no podía limitarlos a los seres humanos. Steve Ignorant, su cantante, colaboraría  posteriormente con la banda Conflict, quienes desarrollarían el tema de manera más integral. En 1983 editaron un Ep sobre los Derechos Animales: To A Nation Of Animal Lovers, con los temas Berkshire Cunt, Whichever Way You Want It, y Meat Still Means Murder!

En Meat Still Means Murder! (¡La carne sigue siendo asesinato!) dicen: “Nunca has tenido un abrigo de piel y piensas que es cruel el de visón. Bueno, ¿qué hay de la vaca, el cerdo o la oveja? ¿Es que no te has puesto a pensar?”. Letra que recuerda el tema Meat is Murder de The Smiths: “La carne en tu boca, saborea el sabor del asesinato”.

Luego, junto a otras  bandas clásicas del punk británico como Oi Polloi! y Subhumans, difundirían la lucha del A.L.F. (Frente para la Liberación Animal) cuyas propuestas ecologistas y animalistas, tendrían influencia en bandas punk del otro lado del Atlántico.

No más en el país de las hamburguesas.

Minor Threat, es un grupo norteamericano de Hardcore Punk que inició el movimiento Straight Edge, el cual propone el vegetarianismo, y la ausencia de vicios entre sus seguidores. Ian Mckaye, líder de la banda, proponía con la no ingesta de carne el respeto a los animales. Esta tendencia sería elevada por la banda Youth of Today, a la categoría de postulado básico del movimiento. El tema No More del álbum We're Not in This Alone de 1988, declara: “Carne que consumo y pienso en lo insensible, el crimen que cometemos”.

El animalismo  y el vegetarianismo enriquecieron el discurso dentro del Hardcore Punk y el Straight Edge. Pero, terminaron convirtiéndose en un dogma de fe. Una tendencia de Línea Dura dentro del movimiento, promovió un discurso intolerante hacia aquellos que no compartían, o no asumían en la práctica, el compromiso. Incluso actuaban violentamente contra quienes consumían carne o usaban ropas de cuero.

Guitarras afiladas contra el Especismo.
Dentro del rock subterráneo, de los años ochenta, las bandas asumieron una posición antisistema y de protesta frente al estado de cosas que atravesaba nuestra sociedad. Pero, también estaban presentes temáticas, que si bien no eran urgentes a nuestra realidad, llamaban a tomar conciencia por el valor de la vida, en tiempos en que la vida misma no valía nada. La banda Hardcore, Kaos General, sería la primera en asumir el tema animalista, al denunciar la crueldad de la tauromaquia, en su canción “Matanza Animal”.

Paralelamente difundirían el mensaje en el fanzine “Libertad de Expresión” de 1987, con la página titulada, Viviseccion, en la que denunciaban las torturas a la que eran sometidos los animales en laboratorios y en las corridas de toros. Este sería el primer paso para que otros fanzines tomaran la posta: Asco, Crudeza, Tarántula (editado por Daniel F) Fuerza Punk, Reaxxxiona (Huánuco), Buscando un Camino, THCP, Ataque Anarko. Todos incluyeron notas y reportes sobre el tema animalista y la forma de actuar contra el abuso cometido a nuestros amigos indefensos.

Es así que el mensaje tendría eco, en bandas como Insumisión (del recientemente fallecido Leo Bacteria) con “No Más Corridas de Toros”. Desarme con “¿Cuál Arte?.  Psicosis con “Torero Asesino” y “Liberación Animal”. La mítica banda Leusemia, en su disco Hospicios, toca el tema antitaurino con “Los Hombres y Mujeres de la Plaza”. Y su líder Daniel F, en su trabajo solista canta el conmovedor tema, “El Toro Toribio” del también cantautor Edson, no recomendable, Lara.

Quizás herederos directos de los CRASS, la banda anarkopunk Generación Perdida, no solo tiene temas animalistas sino que participa en manifestaciones públicas, como plantones, marchas, y vigilias en apoyo a organizaciones que defienden los derechos animales y contra las corridas de toros. Más de una vez han sido agredidos por manifestarse en contra de esa “fiesta” sádica y sangrienta. Igualmente mencionaremos a la banda Paroximia. Y, Justicia Inmoral, que el 2011 editó su tema emblemático, “Especismo No”.

Un renglón aparte tiene la banda liderada por Pedro Allemant, llamada Futuro Vegapop. Temas como “Condenados a Morir” y “Liberación Animal”, “Mírale a los Ojos” “Mataderos”, de sus discos Liberación y Conexión, la convierten en la única banda animalista en su totalidad del Perú. Con ediciones en Chile y Brasil. Además de presentaciones en España y varios países sudamericanos, Futuro Vegapop lleva su mensaje de protección a los animales, por todas partes.

Aunque existen artistas que no tienen nada que ver con el punk, y que se han manifestado en contra del sufrimiento animal -Juan Diego Torres y Salim Vera de Líbido, han mostrado su desacuerdo con ciertos intelectuales taurófilos- la importancia del punk rock como medio para la toma de conciencia de este tema, es grande. Por eso, si los animales carecen de voz, para poner nombre a su dolor y protestar contra él. Ahí estará alguna banda punk, o de cualquier estilo, con la sensibilidad necesaria, para reclamar por ellos.

(Agradecimientos a Pablo Loza de Justicia Inmoral, por la ayuda)











 Justicia Inmoral (Foto MRR)








martes, 15 de mayo de 2012

EUTANASIA EN LA MAXIMUM ROCKNROLL


En el número de junio de la prestigiosa revista Máximun Rocknroll de gringolandia, he publicado una crónica sobre el retorno de la banda Eutanasia, con fotos de mi amigacha Claudia Alva (Claudiblue) Espero les guste.

EUTANASIA: Veinte años después el sentimiento sigue siendo de agitación.

Por Martín Roldán Ruiz.

LA DESPEDIDA

Era fines de 1990, el local del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) de la proletaria plaza Dos de Mayo, se encontraba repleta de casacas de cuero y pelos parados. Las A de anarquía, destacaba entre la simbología roja del socialismo, y en vez de consignas y reivindicaciones obreras, sonaban los distorsionados acordes del punk rock de Eutanasia.


Era un concierto especial, porque sería el último de una de las bandas que habían marcado el ritmo de la crisis en el Perú de la década de los ochenta. Recuerdo a la gente pogueando y coreando  las canciones Tratas de Buscar Algo, ¿Y nosotros qué?, o Ratas Callejeras, los himnos de  una juventud desesperanzada.  

La energía fue intensa, porque sabíamos que podrían pasar muchos años antes de volverlos a ver, sobre un escenario. Entre ellos me encontraba yo, esperando el momento para conversar con Nico M y José “el Auxilio”, guitarrista y baterista respectivamente, sobre el final de una banda tan importante para muchos.

Recuerdo que nos sentamos en el piso casi a la entrada del local. Nico y el Auxilio apoyados  contra la pared, esperaban mis preguntas que se basaron en lo que había significado Eutanasia para ellos. No recuerdo muy bien las respuestas, solo sé que la grabación se la entregué a un amigo que me había encargado esa entrevista para su fanzine. La entrevista nunca fue publicada, porque el fanzine nunca vio la luz, y el amigo habría de perder el casete. O quizás habría de grabar algo encima.

Lo que puedo rescatar de esa noche y esa conversa, es que Eutanasia había dejado huella en muchos de una generación que había crecido en medio de apagones y coches bomba. O quizás eran la expresión pura de esos tiempos convulsionados. Para Nico M y el Auxilio, la banda era un grupo de amigos que tenían muchas ganas de decir lo que sentían frente al tiempo que les había tocado vivir. Y el punk rock fue el instrumento que tenían más a la mano.

Hubo un concierto más en Barrios Altos, al cual no pude asistir. Pocos meses después José  “el auxilio”, partiría a Japón. Eutanasia tocaría una vez más en el local del sindicato de obreros CARBOLAN, con el baterista de la banda Exilio, Rodolfo el loco Poggi. Ese sería el último concierto, porque no volverían a tocar más. Meses después el pelado Kike y el Pepe Asfixia viajarían a Alemania. Nico M lo haría pocos meses después.

Mucho se especuló sobre esa partida. Se habló de amenazas hacia los miembros de la banda por parte de la policía, que ya se perfilaba a reprimir con carta abierta, a un año del golpe de Alberto Fujimori. Mucho de cierto hubo en eso, pero también la urgencia de buscarse un futuro en otros países, ya que el propio no te ofrecía más que inflación monetaria, desempleo y terrorismo. Y un apocalíptico paquetazo económico, en donde los precios de las cosas subieron al triple de su valor de la noche a la mañana.

LOS RECUERDOS

Cuando salió el casete Sentimiento de Agitación, muchos supimos que parte de nuestra juventud, estaría reflejada en las trece canciones que traía. Por ahí poseíamos algunas grabaciones de conciertos, donde Eutanasia demostraba toda la fuerza de su propuesta. En El Hueko de Santa Beatriz (especie de Squat), en la peña Huascarán, o en cualquier lugar de Lima donde tocaran, ahí estábamos presentes, y con las grabadoras dispuestas a registrar esos momentos cruciales.


Pero de todas ellas, la grabación que mejor refleja la performance de Eutanasia sobre los escenarios, es el concierto llamado El Otro Rock de 1987, en el colegio Hertrude Hans. Concierto al que entré cuando esa especie de fuerza de choque llamada Bandera Negra, integrada por gente bastante radical, empujaron el portón y pudimos entrar todos. El sentimiento que refleja ese concierto sirvió para que parte de esa performance fuese usada como Outro en la maqueta de la banda.

Años después perdería ese casete cuando lo preste a algún amigo que no me lo devolvió. Posteriormente lo volví a adquirir y lo volví a perder. Luego lo compraría en formato de CD. Y últimamente lo he bajado del internet. De cualquier forma, escuchar cada uno de sus temas, me sirvieron para recordar lo que había sido el pasado, cuando sentíamos que no había futuro. Sobre todo cuando escribí mi novela Generación cochebomba, que trata sobre esos años y sobre la gente que iba a los conciertos punks, o subterráneos, como así se denominaba a la juventud rebelde de los ochenta en el Perú.

EL RETORNO

Desde hace unos años los rumores de que Eutanasia iba a volver a los escenarios, corría entre los circuitos punks de Lima, sobre todo entre aquellos que los seguimos desde los ochenta. Pero yo lo veía como algo difícil de concretar. José “el Auxilio” vivía en Japón, el pelado Kike y Pepe Asfixia en  Alemania, y Nico M en España. ¿En qué momento podían coincidir en Lima?. Todos ellos con hijos, y obligaciones, como que se hacía casi imposible. Incluso cuando el 2010, Kike, estuvo de vuelta en Lima, y me confirmó que ya estaba todo listo, no podía quitarme las dudas.

Ante las preguntas, yo decía que cuando vea a los cuatro en Lima, recién podría estar seguro. Y no habría de pasar mucho tiempo. A fines del 2011 se hicieron presente para hacernos recordar las noches en el Hueko de Santa Beatriz, los  pogos en la peña Huascarán, los tragos en esos conciertos en los rincones más marginales de Lima, lugares a donde ninguna banda iba, y que casi siempre terminaban en peleas, contra la gente común que no entendía la protesta de esos extraños muchachos de negro y botas militares.

El lugar elegido fue el bar ETNIAS. Y me reencontré con varias caras añejas y con bastantes jóvenes de ahora que gustan de Eutanasia. También tocaron las bandas Aeropajitas, Barrio Calavera, KADE, Pateando Tu Kara, entre otras. Y el pogo fue tan brutal como en los años en que una sala del Hueko de Santa Beatriz, albergaba a doscientos espectadores que saltaban y se empujaban, hasta perder la conciencia. Una noche de sensaciones, ya sentidas hace muchos años. También de reafirmación de aquello que sentíamos cuando éramos adolescentes. Para eso son los himnos que te marcan la vida. Y Eutanasia cantó varios de ellos.

EUTANASIA 2012                             

Si bien es difícil que continúen en el Perú haciendo su música, ellos no descartan volver cada cierto tiempo para seguir tocando,  y grabar nuevos temas. Por lo pronto han tocado en las ciudades del interior del Perú como Trujillo, Arequipa y la milenaria ciudad del Cusco.

Su retorno a los escenarios ha sido comentado en muchos medios del país. En todos ellos rescatan la importancia que tuvieron para el punk rock hecho en el Perú y la importancia de su mensaje como reflejo de lo que estaba sucediendo en el país. Más aún, en esos años de un rock oficial que se caracterizaba por ser conformista, comercial, complaciente y que pecaba de inocentón. Cuando en las calles moría gente de hambre o por la violencia política.

Entre sus objetivos es sacar nuevos temas, para un nuevo disco, con ritmos distintos, pero dentro del punk rock que los caracteriza. Bien por ellos. Para mí me quedara el recuerdo de haberlos visto en sus últimos conciertos y estar presente en su retorno, veinte años después, para poguear y cantar, los coros desesperados, que son la característica de mi generación.













domingo, 6 de mayo de 2012

EL MOHICANO DE CÉSAR NAVAS.




Recuerdo una tarde de 1986, en el patio de cuarto año del colegio Guadalupe. Era lunes por lo que puedo intuir ya que estábamos formados en pleno sol.  Aún tengo la imagen de las camisas brillando, las cabezas alineadas y las columnas de madera que sostenían el segundo piso del centenario plantel. Y al frente, a los auxiliares de educación con sus palos en ristre para imponer la disciplina de colegio nacional. 

En eso hay un alboroto en las filas de las primeras secciones. Un auxiliar sacaba a empellones a un muchacho que tenía un raro peinado, y lo ponía frente a todos. De pronto, con su vozarrón, uno de los profesores dijo señalando a la cabeza del alumno: “Este  es la clase de peinado que un alumno guadalupano no debe usar, está prohibido que se hagan este tipo de cortes ¿han entendido?”. Todo el patio respondió que sí. Y acto seguido, creo, fue llevado al peluquero del colegio, el recordado tío cagapelo,  para que le emparejen el cabello.

Eran los años del rock subterráneo y el peinado del muchacho en mención, era del tipo que los punks usaban: El Mohicano. Un estilo de peinado transgresor como todo lo que el punk proponía, y que después la moda domesticaría para el uso de los hoy chicheritos, cumbiamberos, y wachiturros.

Años después de esa anécdota de colegio, me encontraba en una fiesta Dark, con Memo Eskoria, Toto autonomía, el Simpson, entre otros subtepunkekes, cuando un muchacho con pinta de wave se me acerca y me pregunta si yo había estudiado en el Guadalupe. Le dije que sí.

Ese muchacho wave, era el mismo que esa tarde de 1986 habían mostrado como ejemplo de lo que no debía ser un alumno guadalupano, tal cual me lo confesó en esa fiesta dark. Entre otras anécdotas de secundaria,  me habría de contar que se había hecho el mohicano de puro rebelde y porque le gustaba el rock subterráneo y el punk rock. Su nombre era César Navas.

Pues bien, veinticinco años después de esa tarde soleada, ese muchacho que de tanto hacerse peinados peloparados, es ahora un estilista de nivel internacional.  Y como parte de las actividades por las bodas de plata de mi promoción de colegio, dará un seminario de maquillaje dirigido a las personas interesadas en las artes de la belleza.

La cita es el lunes 14 de mayo, de diez de la mañana a una de la tarde, en el local de la Asociación Guadalupana de la avenida Alfonso Ugarte esquina con España. El costo es de 20 soles y se darán certificados de asistencia.

Espero sea de su interés.
 
Para leer otra anécdota del colegio Guadalupe, clickea en Una Bronca de Colegio.