lunes, 21 de septiembre de 2009

ESTE AMOR NO ES PARA COBARDES en la FIL Arequipa 2009

EN EL YACANA


El 14 de agosto, Los POETAS DEL ASFALTO, me invitaron a la presentación del número 56 - 57 de su fanzine homónimo, epónimo y alcohólico. Estuve con Gabriel Ruiz Ortega para hablar de mi libro Este amor no es para cobardes. De ese día queda esta grabación de mis palabras y parte de la "Performance de Escándalo" a cargo de Félix Méndez.


martes, 8 de septiembre de 2009

HOY ES EL FUTURO. A 20 años del concierto LIMA SE MUERE


Eutanasia en el Lima se Muere

Aún recuerdo esa tarde gris que moría sin luz, entre veredas de smog y callejuelas de polvo. Era Breña, concretamente la esquina de la avenida Venezuela con el jirón Huaraz. Esa tarde había quedado con mi amigo de colegio, el chino Ysuski, subterráneo como yo, para ir a un concierto. Nunca imaginamos ni antes ni después del mismo que pasarían veinte años y el recuerdo de lo vivido se nos iba a empozar como charco de nostalgia en la mirada… yo no sé.

El concierto se llamaba LIMA SE MUERE, el local era la mítica peña Huaskaran del jirón Camana al frente del bar Queirolo. Un segundo piso que de tembleque se volvía un terremoto con los pogos y los guitarreos destemplados. Nuestra vocación suicida hacía que no nos importara si en algún momento se iba a venir abajo el piso, y con él nosotros. El flyer decía que empezaría a las 6: 30 de la tarde.

Los últimos meses de 1989 nos anunciaban que la década de nuestra adolescencia se estaba terminando. Como decía Memo Eskoria, cuando algún advenedizo se la quería pasar de pendejo: “Ya pasó tu verano, calichín”, sentíamos que el verano de nuestra juventud estaba pasando, a pesar de ser invierno. Por eso, a pesar de lo que nos rodeaba, tratábamos de vivir al día, sin pensar en que mañana Gonzalo iba a tomar el poder, si Alan se iba a ir de una buena vez, o si la Inflación algún día iba a estar tan inflada que en cualquier momento nos iba a mandar a la mierda con una explosión de Big Bang, o de tubería atorada.

Afiche del concierto (Archivo personal)


El futuro no era ninguno, y no porque lo cantaran los Sex Pistols, o los Eskorbuto. Sino porque veías un país que se estaba yendo al carajo por los grandes “aciertos” del que ahora nos gobierna. O porque La Cuarta Espada ya estaba desenvainándola para asestar el golpe con el que iba a tomar el poder, para sembrar la aurora roja en el horizonte. Los que estábamos en medio vislumbrábamos esa aurora de un rojo sangre. Más aún cuando en su prédica había un único sermón, donde la lucha de clases y la guerra popular, contra cualquier enemigo de la revolución, era el paraíso eterno en la tierra.

Ni por un lado ni por el otro, sentías que había un futuro. Por eso, como dice la canción de la Polla Records: Hoy es el futuro. Y para nosotros sí que lo fue. Porque mientras íbamos por la avenida Wilsón, sentía que ese espíritu que nos envolvió a todos los que fuimos subtes, se complementaba con esas ganas de sentirnos vivos, de que a pesar de las opciones castrantes y de muerte que nos ofrecían, solo teníamos las calles, la música y los amigos, para decirles NO a sus opciones. Solamente queríamos vivir. Y en ese 9 de setiembre de 1989, vivimos el futuro.

Y allí estuvimos. Y con nosotros viejos conocidos de conciertos anteriores. En el recuerdo quedaron los saltos, los cantos, los golpes del pogo, las guitarras distorsionadas, la batería acelerada. El ir y venir de la pequeña masa que de tanto poguear, hacía que la peña Huaskaran, ondulara al ritmo de César N y su Combustible o de los Rocanroles del finadito Kilowatt y sus cuchillos.

O que quisiera derrumbarse con las protestantes letras de Eutanasia, o que temblara de adrenalina con la cadenciosa música de Los Desayunados. O que Voz Propia te envolviera con sus matices musicales, en esa siniestra atmosfera característica de esos años. O que mi hermano de la calle, el loco Erick, y los Deskoncierto, te dijeran cuál iba a ser “Tu triste Final”. O que los Exilio apuntaran a tus oídos y te gritaran sobre Cayara mucho antes de la Comisión de la Verdad.

Recuerdo a mi amigo el chino Ysuski, pogueando a mi lado, en una catarsis adolescente, de sentirte más vivo, con cada tema. Yo vestía un jean desteñido, una casaca de cuero y un polo blanco de la banda hardcore DRI. El chino su camisa verde oliva, sus jeans y sus chankabuques. Cantábamos los himnos subtes que sentíamos más nuestros que el Himno Nacional: Desertare de Deskoncierto, Tratas de Buscar Algo de Eutanasia, o también Ratas Callejeras, ¿Dónde está el Presidente? o Sentimiento de Agitación, todas del mismo grupo. O los rocanroles leucémicos, Astalculo o Rata Sucia, que Kilowatt nos hizo cantar a oscuras cuando se fue la luz por un momento. Algo común en esas noches.

Recuerdo a muchos que pogueaban solidarios con nosotros. A Aníbal Malhecho (Hoy Skanibal de Barrio Calavera) cuando era wave y tenia su peinado “cachetada”, al chato Víctor de PTK, a Chikidrakula, los ya fallecidos Maya, el Cachinero, el Chuly y su casaca de cuero que tenía pintado el nombre de su inexistente banda: Disturvio (sí con v)

Por allí veo a Roberto Barba de la banda hardcore Ellos Aún Viven. También al negro Brunce, al Camilo, a Popeye, a mi causita el Chancho Viejo… ¿Pero por qué se los cuento si los pueden ver?

Veinte años después la tecnología me permite ver los recuerdos en youtube. Afortunadamente alguien tuvo la buena idea de grabar el LIMA SE MUERE y otro más tuvo la mejor idea de compartirlo con todos subiéndolo a Internet. Para que los que vivimos ese día recordemos lo que fue el futuro y los que no la vivieron vislumbren lo que fue el pasado.

Hoy que veo el video, me observo ágil, flaco, y feliz en medio del pogo, y también a mi amigo el chino Ysuski, que ahora es mormón, está casado y tiene un hijo que mantener. No lo veo desde hace mucho tiempo. Pero, igual, me sigo encontrando en una que otra tocada con muchos de los que estuvieron en el LIMA SE MUERE. Y muchos mantenemos aún ese espíritu que lo subte nos forjó en esos días, en esas calles, en esos conciertos.

Veinte años después de un 9 de setiembre de 1989, a la víspera del 9 de setiembre del 2009, un día como mañana, puedo seguir sintiendo que ¡HOY ES EL FUTURO!
Afiche del concierto (Archivo personal)












No se oye nada de nada, Desayunados.












Cachaco cachaculo, Desayunados.












Cerdo misionero, Desayunados.












Rateros honestos, Exilio.











Desertare, Deskoncierto












Mueran los aburrido, Deskoncierto











Policía ayacuchano, Deskoncierto











Condenados, Deskoncierto











Imágenes: KIlowatt, Miguel Ángel de Voz Propia, el loco Erick...











Entrevista al Loco Erick de Deskoncierto











César N y Combustible



Rata sucia de Leuzemia, por Kilowatt y sus cuchillos











Astalculo de Leuzemia por Kilowatt y sus cuchillos











Ratas callejeras, Eutanasia











Entrevista Kike excomulgado de Eutanasia











Ella, Voz propia











Hasta el fin, Voz Propia.
Actualización. Hoy 9-9-9 es cumpleaños de Kilowatt. De estar vivo, no sé cuantos años habría cumplido, pero si sé que algo se hubiera hecho para celebrar este concierto... Estoy seguro que habría hecho notar que el nueve del nueve del dos mil nueve, o sea 999, hubiera sido en esa onda subterranea de poner todo al revés, El Día de la Bestia: 666. Feliz cumple Kilowatt...guarda con el dengue!!!!

Pueden encontrar el video completo del concierto LIMA SE MUERE en el Boulevard de la Cultura Jr. Quilca 257 stand 8. Preguntar por satanás Eduardo N.

jueves, 3 de septiembre de 2009

HISTORIAS DE TRIBUNA. Sobre Este amor no es para cobardes.

Foto: Giuliano Buiklece

LIMA Martín Roldán acaba de publicar Este amor no es para cobardes (Norma, 2009), un conjunto de relatos cuyos personajes pertenecen al universo de las denominadas "barras bravas". En ese mundo, lo aparentemente desquiciado o desbocado encuentra su humanidad en el drama de cada una de estas historias.

Correo: Tú tienes un libro anterior llamado Generación coche bomba, y en relación con este conjunto de relatos, se mantienen personajes afectados por la violencia política.
Martín Roldán: Claro, es que la mayoría de barristas que empieza su vida tribunera en los noventa ha pasado su niñez y parte de la adolescencia en medio de una guerra interna: muertes, atentados y apagones. Aparte que el país estaba venido a menos, sufriendo una terrible crisis económica. Pero con la captura de Abimael en 1992, el país se empieza a recomponer. Pero esa juventud que creció sin valores y con una crisis de identidad, encuentra en los equipos de fútbol su religión para creer y en las barras la patria por la que hay que luchar. En consecuencia, ellos encuentran un espacio en medio de esa orfandad social.
C: Y se manifiestan como tribus, que defienden sus territorios, sus colores.

MR: Mira, la pandilla que podía ser de una esquina o de dos cuadras, se peleaba con la otra pandilla de la acera del frente, por así decirlo. Pero al ver una identificación con una camiseta, esas pandillas dejan esa territorialidad pequeña y comienzan a unirse con pandillas del mismo distrito, todas identificadas por sus colores.

C: Pero esos grupos crecen...

MR: Y claro, las pandillas crecen y forman sus propios valores de grupo. Y pandillas de otros equipos se forman también en los mismos distritos y ahí comienzan los enfrentamientos y ver quién es más. Y es que en el enfrentamiento y en la negación del otro está su reafirmación de identidad. Por ejemplo, para un chico de un cono, alejado de Lima y que ve a su bandera en una tribuna por televisión y por lo tanto lo ve todo el Perú, es reafirmar lo que para ellos es su máximo valor, en ese sentido, su grupo, sus colores.

C: Pero en tus cuentos reivindicas, digamos, pasiones honestas del hincha.

MR: Estos grupos, que han tenido una crisis de valores en su formación y que no encontraron en los valores tradicionales identificación, hallan estos espacios para desarrollar los sentimientos de solidaridad, de amor por sus colores. Pero estos cuentos tratan de mostrar los dramas humanos que aparecen en estos espacios, de gente que va a las tribunas, que se encuentra en las calles tratando de forjar su identidad.

C: Un fenómeno que refleja la ausencia de institucionalidad que hay en el país.

MR: Sí, porque a pesar de que la identificación con un equipo pudiera parecer superficial, no es así para estos grupos, estos individuos que han crecido solos, porque el país no les ha dado nada como para identificarse. En otras palabras, sí les dicen mira, éstos son terroristas, tienes que combatirlos porque hay que defender al país, a la democracia. Pero para ellos qué es la democracia, eso no lo sienten como suyo. Por eso en un cuento la identificación de un personaje se hace clave con la camiseta en una situación extrema.

C: En estos relatos, básicamente los protagonistas son de Alianza Lima. Como barrista de Alianza, ¿qué es para ti esta institución?
MR: Miento si diría que es mi vida, porque no es mi vida. Pero es una parte importante de mi vida. Y es una manera de identificarse con el Perú y quererlo.