lunes, 3 de noviembre de 2008

PARA TI


El hueso más suave del osario

La voz desorejada que desafinaba el oído

Mariposa esquiva de hasta luegos y te quieros

Verso soñado en algun papel escondido

Sonrisa inquieta

Beso dormido

Te sigo soñando

Dentro del olvido

7 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Italo, cualquier cosa escribeme a generacion_cochebomba@hotmail.com

Un abrazo

Martín

Miguel Rodríguez dijo...

Y así seguirá viviendo.

Acabo de conseguir tu libro.
Termino con Fernández Malló y me subo al cochebomba.

Saludos!

Anónimo dijo...

Espero te guste, amigo, de lo contrario... ¡explota! jajaja

Un abrazo

Martín Roldán Ruiz

Anónimo dijo...

Me akabo de dar cuenta de la cicatriz q muestras en la foto de tu perfil.

No entiendo por ké a la gente le parecen terribles las cicatrices, les dan verguenza, pretenden ocultarlas.

Las cicatrices son los tatuajes del alma. Y tu tienes una muy linda y transgresora.

Jipi

Anónimo dijo...

Gracias por el piropo a mi cicatriz, jipilona. Algun día te contaré las circunstancias en que me lo hicieron; solamente te diré que si en las calles se concedieran condecoraciones, esa cicatriz sería mi Cruz de Hierro. Y yo la consideró así, una condecoración.

Un abrazo

Martín

Anónimo dijo...

Para Janis, la incomparable. Tu poema es tierno y a la vez fuerte. Preciosa combinación.

Un abraxo.